Siempre vivir y solo vivir ...



Escucho los susurros del alma humilde
Soy yo, un africano con mi piel negro
Llevo dentro la cosmogonía congoleña de mis antepasados
La luz de la humildad de mi ser es el testigo de la bondad de mi pueblo
Sobre mis labios se queda un lenguaje universal:
Una sonrisa para regalar la amistad a todos sin olvidar nadie
Para que todos podan entenderme:la hospitalidad entre nosotros
La bondad de mi corazón brilla sobre mi cara
Hombre del mundo, soy
Donde viven los hombres es mi casa
El sentido humano llenando mi cuerpo
Eso se ve como el sol de la mañana en el cielo
Y nadie puede ocultarlo

Así la vida se cubre de nobleza
El destino respira el bienestar de existir
Su testimonio brilla a lo largo del camino de la existencia
La providencia deja la canción de esta armonía resonar en el fondo de la memoria
Aliviando el hombre en su paz de pertenecer a una comunidad
No revindico nada, ni la gloria pero solo el derecho de la igualdad entre hombres
Mi espíritu no se permite elogios
Que el mundo sepa leer dentro el silencio de mi boca
Las palabras mudas rompiendo la roca de la indiferencia y su peso
El viento llevo las semillas con el polvo del prestigio de la humanidad
Para sembrar el amor del otro
Así en la quietud de este estado
Aspiro el aire de la tranquilidad

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