Mirada apasionada
Mirando su cuerpo
Como un baile
dulce
En medio del
viento
Silencioso como
un susurro
Delicioso como la
miel
Avivando los
apetitos
Revelando el
fuego escondido
De la pasión
inextinguible
Que el hombre no
puede ignorar
Su cuerpo como el
humo
Embriagando los deseos
Sembrando una
adicción
Una audición de
una llamada
Encendiendo las
caricias
En su mirada
tímida
Una sensualidad
discreta de una niña
En la mano dulce
del destino
Borracha de la
inocencia de su edad
El frescor maduro
de su encanto
Una chispa para
sugerir los besos apasionados
Los labios
apresurados
De recorrer cada
milímetro
Sobre la
superficie de su piel
Así con paciencia
Escuchar los
murmullos del placer
Acompañado el
aire
Espirando de su
boca carnosa
Su cuerpo desnudo
Senos frescos en
aire libre
Como las
almendras maduras
Dilatando el
volumen del fantasma
Una tensión
pesada
En el corazón
Como una
necesidad insaciable
Que nada puede
satisfacer
Sino consumir con
delicadeza
El placer común
de la concupiscencia
En la orilla del
mar
Escuchando los
olas
Abrazando la
arena
Con dulzura
Al amanecer
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